sábado, julio 22, 2006

Solo cuando se cerró la puerta del auto tras de sí pudo volver a la realidad... El sonido del mar, el cantar de las gaviotas, el olor a salitre, la brisa tibia que llegaba del ponto... todo estaba igual... Los demás niños que jugaban en la orilla, los pescadores más allá, todo permanecía intacto... Nada había cambiado desde que ella entró a esa habitación, todo seguía igual, todo, menos ella...

De alguna manera, sabía que tarde o temprano sucedería. Había escuchado de sus amigas mayores varias historias. Las más bonitas siempre tenían más historias que contar, y aunque ella nunca se consideró muy agraciada, sus hermanas mayores tampoco lo eran y también se habían visto envueltas en el negocio...
No dudo más de su destino el día que vio a su abuela hablando con un hombre elegantemente vestido y con lentes oscuros en la entrada de la casita de una sola pieza, en un caserío de pescadores como manzanillo ese tipo de gente solo llega para traer problemas.
Las llamó a las tres, a ella y sus dos hermanas menores a la puerta... el hombre escudriñó a cada una con particular detalle pero cuidando de ser discreto, no porque realmente le importara, no, para la gente rica esas cosas son lo de menos, pero la abuela le había pedido tuviera cierta reserva por los vecinos... aunque todos sabían para que venía, nadie hablaba de eso...
Se acerco a la abuela que restregaba sus dedos con impaciencia...
- Por esta, le puedo conseguir un muy buen servicio dentro de unos dos añitos más, no deje que se la toquen...- Dijo señalando a una de sus hermanas- pero por hoy, solo le puedo aceptar a la niña de acá... aunque no creo que le pueda dar mucha plata por ella, seguro les servirá para pasar la mala época...

Todas las cosas sucedieron como debían pasar... el lujo la deslumbro, pero también el dolor y la soledad... Nunca sintió rabia por su abuela, más bien sintió rabia de si misma, de no ser bonita y de haberse dejado tocar antes porque hoy no podría llevar suficiente dinero a su casa... porque ella sabía la mala época nunca termina...

Solo cuando se cerró la puerta del auto tras de sí pudo volver a la realidad... El sonido del mar, el cantar de las gaviotas, el olor a salitre, la brisa tibia que llegaba del ponto... todo estaba igual... Los demás niños que jugaban en la orilla, los pescadores más allá, todo permanecía intacto... Nada había cambiado desde que ella entró a esa habitación, todo seguía igual, todo, menos ella...



UNICEF calcula que en Colombia hay en este momento 35 mil niños y niñas vinculados a la explotación sexual*... son 35 mil, no son una cifra, son niños...
Una de las ciudades con mayor turismo sexual es Cartagena de Indias, tierra colonial donde el lujo se entremezcla con la miseria. Quienes algún día la visiten por tierra podrán darse cuenta que a menos de 200 metros del lujoso hotel 5 estrellas "Las Américas" yace un barrio de invasión donde las casas se alzan dificultosamente entre el barro...
Estás personas viven bajo el margen de la indigencia y usan cualquier medio que les sea posible para llevar algo de alimento a sus mesas...
La oferta no aparece si no hay demanda... Los principales responsables del atroz crimen que representa el turismo sexual, no solo con niños, sino también con mujeres son los usuarios de estos servicios...
¿quién tiene más culpa, el que paga por pecar o el que peca por comer?...



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5 comentarios:

GOMÍS dijo...

Desgarrador... simplemente desgarrador.

Abrazo fuerte.

ybris dijo...

Hablaremos más de injusticia y explotación que de pecados.
Es terrible lo que se encuentra en medio de la marginación.
Y es asqueroso comprobar la presencia allí de los no marginados y bien situados que se aprovechan de ello.

Besos.

Yamina del Real dijo...

Mi niña, que profundo relato desde el terror. Que importante es hablarlo. Hoy hablando del atroz bombardeo israelí y lo inmoral que resulta el asesinato de civiles incluídos niños, si ya de por sí este hecho es lo suficientemente aberrante lo es mas,hasta la estupidez el hecho de que se les pida a niños israelíses besar las bombas que van a ser lanzadas en Líbano y que mataran otros niños. Intentaba a apelar a la solidaridad constante, a la indignación y la construcción de espacios de amor y reflexión, desde nuestro entorno íntimo hasta el social. Y lo que ahora planteas me vuelve a urgir este hecho. Debemos llorar, mirar, amar, indignarnos, gritar y mandar a la mierda a los que propician este tipo de situaciones. No, las victimas no son culpables, no hay víctimas propiciatorias y menos aun en los niños. Si, hay un deterioro social y los gobiernos en nuestros países no solo no hacen nada, sino que, en muchos casos la corrupción viene de redes formadas desde el poder.


un beso enorme

y

:..[_ Eva _]..: dijo...

hola
fuerte... que triste es todo esto...solo me pregunto si algun dia acabara tanto sufrimiento...

saludos

* * * Seis * * * dijo...

Pecar es pecar.
A igual crimen, igual pena.

Los niños no son responsables, de ninguna manera.
Ellos son los damnificados